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martes, 27 de septiembre de 2016

5+1 Claves para abordar con éxito un proceso de Transformación Cultural

Vivimos tiempos de cambio. Las organizaciones se encuentran en una encrucijada repleta de riesgos, incógnitas y retos. Renovarse o morir. Esa es la clave. La necesidad de adecuar la organización a los nuevos escenarios se ha convertido en un axioma para las empresas. La Transformación o Cambio Cultural es un proceso de enorme complejidad donde las compañías de éxito logran posicionarse en un nuevo entorno cultural más acorde con las exigencias del cliente y  la subsistencia en mercados tan competitivos.

Os propongo 5 claves a tener en cuenta para abordar un proceso de transformación cultural. Adicionalmente a estas 5 claves, una más de cosecha (y experiencia!) propia.  Estas son las 5+1 "C´s" claves para abordar con éxito un proceso de Transformación Cultural.


    1. El conocimiento.

Dedica una parte importante del proceso de trasformación cultural a explorar en profundidad la organización. Qué la define. Qué elementos son clave en el negocio. Cómo es la intracultura. Cuántos tipos de cultura hay en la organización y qué rasgos tienen…Existe un sinfín de elementos que debemos valorar. Al igual que en el desarrollo de un proyecto de cualquier tipo la fase de planificación es clave (lo veremos más adelante), en la implantación de proyectos de cambio y transformación cultural el elemento Conocimiento es básico. No dudes en dedicar tiempo en esta fase. No escatimes esfuerzos en proveerte de toda la información que puedas conseguir.  Ten por seguro, que en el desarrollo del proyecto la vas a necesitar.


          2.   El camino. 
      Traza un plan. La planificación en un proyecto de Transformación Cultural es una fase compleja y crítica. Compleja porque el marco temporal es muy amplio y las incógnitas numerosas. Y crítica porque una mala planificación puede no admitir una segunda oportunidad cuando de cambio cultural hablamos. Pero, sin duda, hay dos elementos que suelen ser clave en esta fase: marco temporal y plan de contingencias. El primero,  es clave en el sentido de tomar conciencia de que una cambio cultural completo requiere un  periodo amplio (se habla de una media de 5-6 años, inclusive más si se trata de procesos muy complejos o en organización de gran tamaño). El segundo, está relacionado con la previsión clara y detallada de elementos que pueden tener poco encaje en el proceso de cambio. Debemos por tanto, ser capaces de identificar potenciales amenazas y desarrollar escenarios que muestren lo que podría suceder en el futuro. De la profundidad de este plan de contingencias, estará una de las palancas de éxito del proceso de trasformación.




         3.  La comunicación
Cualquier proyecto de trasformación cultural exige de ir acompañado de un completo plan de comunicación. Este plan se debe vertebrar en tres ejes: primero informar a  toda la organización del objetivo del proyecto, fases del proceso y detalle de principales hitos del mismo. En segundo lugar, debemos establecer una comunicación segmentada, es decir, un microplan de comunicación adhoc para cada colectivo, donde elaboramos los mensajes clave de impacto para cada subgrupo de profesionales (directivos, managers, técnicos, etc). Por último, en tercer lugar, hay que elaborar un eje de comunicación continuada, que sirva para sensibilizar a la organización durante todo el proceso y permita disponer de un status de la evolución del proceso y comunicar los resultados obtenidos.


    4.  La capacitación
Adicionalmente a la sensibilización y la información, se hace necesario la formación o capacitación.  Requeriremos de un plan de formación para toda la organización (igualmente segmentado) que permita “digerir”, asumir e implementar los comportamientos requeridos por el nuevo modelo cultural que se quiere implementar (liderazgo y estilos de dirección, comunicación, estilo relacional, etc). Por lo tanto, se hace  necesario imbricar en el plan de formación anual de la compañía, acciones formativas que permitan trasladar e interiorizar los valores y comportamientos del modelo cultural destino.


            5El compromiso
Kotter lo denomina crear una coalición poderosa*. Se trata de convencer a la organización de que este cambio es necesario y trasladar los beneficios del mismo. Para ello se hace necesario liderar el cambio de manera firme y constructiva. Por tanto, debemos rodearnos de profesionales “influyentes” que nos ayuden a gestionar dicho cambio. En un proyecto de trasformación cultural estas personas pueden estar diseminadas por la organización y su elección es casi tan crítica como el adecuado rol en el proceso que desempeñen. Puede ser la Dirección General, Directivos, profesionales de cualquier unidad, sindicatos, etc. La elección puede venir dada por diversos enfoques: status, experiencia, representatividad, influencia política, cargo, etc. Con esta “coalición” establecida, la misma debe trabajar en equipo y dotar al proyecto de transformación cultural del impulso y compromiso necesario para llevar el cambio a buen puerto.


     5+1 cruzar los dedos.
Una última clave a modo de consejo.  Ten en cuenta que todas las claves aquí  propuestas son necesarias pero la experiencia me dice que sin dosis adecuadas de suerte este tipo de proyectos pueden no llegar a buen  puerto incluso con la más brillante planificación. Y es que cuando se trabaja con personas el factor “impredecible” está a la orden del día. Así que, implementa bien la estrategia y no olvides cruzar los dedos. Puede hacerte falta un pequeño toque de suerte….

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*8-Step Change Model (1996)

lunes, 29 de febrero de 2016

El rol del empleado en la estrategia de Customer Experience

Más del 75% de las percepciones de compra del cliente son emocionales. Por encima del 85% en empresas de servicios. Con estos datos, parece más que razonable que en la estrategia de Customer Experience que llevan a cabo las organizaciones, el empleado tenga un papel clave.

Las preguntas que nos hacemos son ¿tenemos a los empleados realmente preparados para satisfacer las necesidades del cliente? ¿Están capacitados para generar una experiencia memorable? ¿Están motivados para hacerlo hoy y mantener esta actitud sostenible en el tiempo? ¿Representan en su comportamiento y estilo los valores de la marca?

La realidad nos lleva a que obtener respuesta negativa cualquiera de estas preguntas impacta de manera directa en la experiencia que vive el cliente en los diferentes contactos con nuestra compañía.

Por tanto, se hace necesario que toda la organización esté perfectamente alineada en la experiencia de cliente, es decir que el Customer Experience sea una “co-creación” generada por todos los empleados y la dirección.


El polifacético Richard Branson, fundador de Virgin, llega a afirmar que:



La cita, no exenta de matices, muestra claramente la “necesidad” de situar al empleado en el centro de la estrategia de gestión del cliente. Llegar a tratar a los empleados como a nuestros mejores clientes, se convierte en el eje principal de la estrategia de aquellas organizaciones que quieran potenciar la Experiencia de Cliente.

Pero, el proceso no es sencillo. Para lograr que el empleado sea embajador de la marca, sienta los valores y esté comprometido es preciso comunicar y formar en el estilo y la experiencia que se quiere entregar a los clientes. Sólo así transformaremos la voluntad en actitud y ésta en valor para el cliente.

Las 6 claves que, a mi parecer, son indispensables para lograrlo son:
  • Haz partícipe a los empleados de la estrategia en Customer Experience de la compañía . Trabaja diseñando workshops en los cuales una muestra representativas de cada grupo de profesionales puedan diseñar parte de la estrategia.
  • Diseña planes de formación de alto impacto, adhoc para cada grupo de profesionales y coherentes con la propuesta de valor que queremos trasladar al cliente. Es fundamental mostrar cómo "entregar experiencias únicas” a los clientes, por tanto, ir más allá de guiones prefabricados y modelos estándar. Para conseguir generar valor al cliente, la propuesta formativa debe ir más allá del curso tipo y debemos trazar un plan realmente ambiciosos que personalice la oferta, se alinee con el estilo y valores corporativos lleve al empleado a ponerse en la piel del cliente
  • Mide el comportamiento en relación a la Experiencia ofrecida. Disponer de KPI´s bien definidos, consensuados y comunicados, se convierte en una potente estrategia para recibir un feedback fiable que permita tomar decisiones y poder valorar el trabajo realizado (puntos fuertes, áreas de mejora, etc). Herramientas como encuestas de calidad o mistery shopper pueden ser muy útiles para tal fin.
  • Alinea las políticas de RRHH, especialmente la compensación, con los resultados de la experiencia de cliente. Incentivar y recompensar por la mejora de la experiencia del cliente se convierte en una herramienta imprescindible para lograr los objetivos fijados. Estos incentivos no deben ceñirse únicamente lo económico. Este incentivo puede contemplar otros elementos que motiven al profesional en función de su perfil.
  • Crea de la compañía, un “ecosistema” que favorezca un clima agradable y profesional. La felicidad, motivación y bienestar del empleado repercuten de manera directa en la forma en la que éstos interactúan con el cliente. El “ecosistema” debe permitir libertad de encontrar e innovar con nuevas formas de trabajo que permitan aumentar el valor de la Experiencia que entreguen al cliente.
  • Comunica, comunica y comunica. Trasmite al empleado la importancia del Customer Experience, el crucial rol que tiene cada uno de ellos en nuestra estrategia, qué pasos vamos a ir dando, con qué herramientas cuentan, qué consecuencias positivas y negativas tiene sus acciones en la satisfacción del cliente, etc.

"Attitude is a Little thing that makes a BIG Difference"
Winston Churchill

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Presentismo: Nueva pandemia organizativa


 
El ejercicio de calentar la silla se ha convertido en una práctica habitual en nuestras organizaciones. Aunque la R.A.E. no reconoce el término presentismo, podríamos definir este concepto como "estar presente en el puesto de trabajo dedicando dicho tiempo a temas no relacionados con el trabajo concreto que se desempeña".

Son distintos los factores que llevan a los trabajadores a este tipo de actuación, pero principalmente podríamos condensarlos en 3:

1.- Desmotivación de los trabajadores.
2.- Miedo al despido, incrementado por la actual situación del mercado.
3.- Efecto contagio entre los propios trabajadores.


Estos factores están potenciados por nuestra cultura empresarial donde priman las horas en la oficina frente a los resultados obtenidos por los trabajadores. 
Otro factor cultural a tener en cuenta es el infradimensionamiento (FTE´s muy por debajo de las necesidades organizativas reales) de algunas áreas y de algunas compañías en general, derivado de la contenión del gasto producida por la situación económica, lo que provoca que los trabajaores tengan que redoblar esfuerzos para sacar el trabajo adelante.

Recientemente, la empresa de RR.HH Adecco, ha publicado el resultado de una encuesta realizada a más de 1.000 empresas donde el 46% de ellas detectaban en sus empleados alguna práctica de presentismo. Adicionalmente, el 28% de las mismas mostraban no disponer de medio de control alguno.

Por tanto la cuestión es, con estos datos de presentismo y una reducción del absentismo progresiva, ¿cómo se explica que nuestra productividad siga siendo de las más bajas de Europa? ¿cómo es posible que el el resultado de mulplicar las horas dedicadas siga dando menos productividad? Creo que la respuesta está clara: nuestro modelo cultural-laboral da como resultado unas marcadas dosis de ineficiencia que, de no ponerle coto, seguirán en aumento.

Las posibles soluciones que podemos plantear serían:

1.- Medir la eficiencia: conocer cómo obtener mejores resultados analizando qué aporta valor, qué elementos y herramientas necesitan los trabajadores para sacar más trabajo en el menor tiempo posible y fomentarlo.

2.- Apostar por el teletrabajo (actualmente menor al 5% en nuestro país) en aquellas unidades que sea posible (está demostrado que un uso adecuado de esta práctica laboral aumenta el rendimiento, en tanto en cuanto genera mayor motivación de los trabajadores). Siempre con las herramientas de control necesarias y de manera evolutiva para garantizar la eficiencia.

3.- Fomentar modelos culturales organizativos y estilos de liderazgo que premien la eficiencia, que regulen el presentismo y que favorezcan medidas que aumenten la motivación del empleado, piedra angular sobre la que se basa la potenciación de la productividad de los trabajadores (conciliación, desarrollo, información/comunicación, formación, clima laboral, etc).

Todas estas medidas, llevadas de manera progresiva y bien estructuradas conllevarán:
  • Aumento del compromiso (real)
  • Aumento de la motivación de los trabajadores
  • Disminución de las fugas de talento
  • Reducción del absentismo
  • Y, en definitiva, aumento de la productividad


mes de mayo de 2015, Adecco realizó una encuesta a más de 1.000 empresas y el 46% de ellas indicó que detectan en sus empleados alguna práctica de presentismo (frente al 50% en 2014), mientras que en el 26% de las empresas no se aprecian dichas prácticas de presentismo y en el 28% no se puede saber al no existir control alguno.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2490765/0/tasa-absentismo-laboral/aumenta-primera-vez/seis-anos/#xtor=AD-15&xts=467
El presentismo es un fenómeno entendido como estar presente en el puesto de trabajo dedicando ese tiempo a asuntos no relacionados con el objeto del trabajo.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2490765/0/tasa-absentismo-laboral/aumenta-primera-vez/seis-anos/#

lunes, 29 de junio de 2015

Regreso al futuro: Preparando hoy la empresa del mañana

Uno de los principales desafíos que afrontarán las empresas en nuestro país es el relevo generacional de sus actuales equipos directivos, managers y profesionales más cualificados. En este caso, la dificultad viene dada en mi opinión por los siguientes factores:

 - Reducción de la población en España. Con las actuales tasas, en 15 años, nuestro país perderá más de un millón de trabajadores (y más de 3 millones en 35 años). Según datos de Eurostat, España será en 10 años, el país de la Unión Europea con menos personas en edad laboral (16-65 años). Este factor influirá significativamente en el número de profesionales que tenemos a nuestra disposición en el mercado.

- Envejecimiento progresivo de la población. En pocos años, seremos el país con más ancianos de la UVE: el 35,6% de los españoles tendrá más de 65 años. Adicionalmente, y ante el aumento de los gastos sociales, es previsible que se produzca un retraso en la edad de jubilación. Aquí las empresas han de estar preparadas para ofrecer proyecto a las generaciones más maduras y aportar un modelo de "transvase" de la información adecuado evitando la pérdida de conocimiento.
 

- Gestión del Talento Global. En los últimos 8 años, nuestro país ha perdido más de 350.000 jóvenes profesionales de entre 25 y 35 años. Las altas tasas de paro, la necesidad de encontrar estabilidad laboral y la globalización de los mercados han convertido la movilidad profesional en un factor de crítico para países que, como el nuestro,  exportamos mucho más talento del que somos capaces de importar.

Para afrontar estos factores, las empresas han de plantearse una serie de retos que traten de paliar en gran medida los efectos que para los años venideros conllevan. Se trata en trabajar en el hoy para cambiar el mañana. Para ese "viaje al futuro", los retos a plantear son, a mi modo de ver, los siguientes:

1) Identificar y retener hoy a los mejores. Debemos ser capaces de "enamorar" a nuestros empleados más valiosos. Hay que proponer modelos customizados que sean capaces de cubrir las necesidades de los profesionales de manera global. Es trazar el Plan 360º. Hay que dibujar políticas y herramientas que trabajen la formación, planes de carrera, el modelo retributivo global, conciliación, etc., pero tratando de aportar a cada uno de nuestros empleados alicientes que conviertan nuestra empresa en el lugar donde desean hoy (y mañana).

 2) Asegurar la retención y traspaso adecuado de Know-How. Tanto para los empleados que se marchan de la organización como los que van dejando sus actuales posiciones (jubilaciones, sucesiones, etc) hay que disponer de un plan estructurado que evite la fuga de conocimiento. Con el diseño un buen plan de sucesión (para posiciones ejecutivas) y un plan de cantera (para posiciones intermedias y especialistas) dispondremos de herramientas que nos permitirán identificar, planificar y gestionar tanto los "recambios" de la organización en el futuro como los gaps que tenemos (recursos en ciertas posiciones, competencias necesarias en algunos puestos, conocimiento necesario a mantener y trasladar, etc).



3) Modelo cultural atractivo que fomente la convivencia intergeneracional. Desarrollar "ecosistemas" que permitan disponer de modelos culturales donde cada generación de profesionales se sienta motivada pudiendo aportar valor. Comprender los valores, necesidades, expectativas y motivaciones de cada colectivo generacional será necesario en la creación del ecosistema adecuado.



"El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad."
Víctor Hugo

lunes, 25 de mayo de 2015

4 claves para aumentar el valor de la función de RR.HH

Reconstruir, regenerar, evolucionar, cambiar, reflotar... Son numerosos los artículos y opiniones vertidas sobre el rol de RR.HH dentro de las compañías y sobre el aporte "real" de valor que tiene la función en la estrategia de las organizaciones.

La realidad es que los profesionales que trabajamos desde hace años en este área no estamos satisfechos del peso que tiene nuestra función dentro de las organizaciones. Es cierto que se han dado avances, muchos de ellos sustanciales y de calado. Pero no es suficiente.

Sí considero que, en líneas generales, se han producido ciertos aportes de valor de la actividad de RR.HH para las unidades de negocio. Pero, ¿impacta nuestro trabajo en la estrategia corporativa? ¿Tenemos una mentalidad realmente estratégica? ¿Estamos en el core del negocio? En definitiva, ¿aportamos valor real a los diferentes stakeholders?

La respuesta a todas estas preguntas se resume en una simple y archiconocida frase: "si no sabes donde ir, no importa el camino que tomes". Por tanto, es esencial trazar una hoja de ruta. Disponer de un plan. Para trazar este plan os propongo 4 claves que podemos aplicar para llevar nuestras áreas de RR.HH a ámbitos superiores en la generación de valoren las compañías. 

1.- Huyendo del síndrome de Solomón.
El síndrome de Solomón es  un trastorno que se caracteriza porque el sujeto manifiesta  reacciones en la toma de decisiones o conductas evitando destacar o sobresalir sobre los otros, es decir, sobre el entorno social que le rodea. Por ello, se produce estatismo, inmovilismo, apatía. El entorno económico en el que nos hemos movido en los últimos años, ha favorecido esta situación, pero debemos preparar el inminente futuro que se nos avecina. Creo que las áreas de RR.HH, deben dar un paso al frente. Deben ser capaces de mostrar su valía, su utilidad y hacer ver a sus stakeholders que son capaces de generar propuestas de valor para cada uno de ellos.

 

2.- ¿Qué hay de nuevo viejo?
Considero que hay que replantearse y retar las actuales soluciones en materia de gestión de personas. Debemos empezar a ser pioneros en planteamientos y herramientas y convertirnos en áreas mucho más innovadoras. El mundo 2.0 está poco extendido entre las acciones de RR.HH en las empresas de nuestro país, al igual que elementos como el big data enfocado a la gestión de RR.HH, aplicación de elementos del marketing a la función, nuevos sistemas de potenciar y desarrollar el talento, medición del compromiso de los empleados y su impacto en las organizaciones (y en las cuentas de resultados!), nuevos modelos organizativos y de liderazgo, etc.

3.- Tailor-made: Customizando soluciones. 
Cada compañía necesita diferentes enfoques. Cada empleado, diferentes productos. Este axioma ha sido durante años vilipendiado por políticas de RR.HH cuyo principal objetivo era "hacer" más que "satisfacer". Las áreas de RR.HH deben analizar la empresa (plan estratégico, impactos del negocio, modelo cultural, timings y velocidades, etc). Es decir analizar "tu mercado". De igual modo hay que analizar a los empleados, como grupo y como individuos unitarios (necesidades concretas de cada unidad, necesidades específicas, segmentaciones posibles, priorizaciones, etc). Es decir, analizar "tu cliente" .
Serás más estratégico y aportarás más valor cuánto mejor sea tu análisis de necesidades y mayor tu customización de soluciones contemplando de manera integral el trinomio Necesidades-recursos-soluciones.



4.-Vender, vender y vender
Es uno de los grandes males de la función y seguramente es uno de los gaps más extendidos. Un magnífico planteamiento puede devenir en un impacto mediocre sin la adecuada venta. Como ya indicamos en uno de los post anteriores, la clave está en vender, de manera planificada (recuerda que es TU producto) sin caer en la sobreventa (y ojo que la línea es muy delgada). Busca qué proyectos/procesos/herramientas debes vender, cómo venderlos, a quién venderlos y de qué manera hacerlo. Un par de consejos más: sé selectivo con lo que vendes y ante la duda, véndelo!



Permitirme terminar con una cita del gran maestro del ajedrez Savielly Tartakower sobre estrategia:

"La táctica consiste en saber qué hacer cuando hay algo que hacer. 
La estrategia, en saber qué hacer cuando no hay nada que hacer"


lunes, 3 de noviembre de 2014

¿Son realmente útiles las Business Partner de RR.HH?

Desde hace unos años el término Business Partner de RR.HH ha llegado con fuerza a las estructuras organizativas. Las dificultades de gestionar adhoc las unidades negocio y la necesidad de disponer de roles especializados en distintas áreas han fomentado la aparición y desarrollo de estas posiciones. 

Tiene su origen a principios de los 90, cuando varios expertos en materia de RR.HH y management acuñan el termino HRBP (Business Partner de RR.HH). Uno de los que profundiza más allá de la definición de la actividad del HRBP es David Ulrich, profesor de la universidad de Michigan, escritor y uno de los granes gurús en el campo de los Recursos Humanos. En su libro Human Resources Champions (1996), habla de la posición de Business Partner de RR.HH como una posición "a caballo" entre los RR.HH y el área de Management. 

La pregunta que nos hacemos es, ¿son realmente útiles las BP en RR.HH? ¿Están capacitadas para ofrecer servicios, productos o herramientas diferenciales? ¿Cuánto de valor aportan versus los departamentos corporativos o centralizados? 

Aquí van algunas de las mejores prácticas de utilidad para desarrollar unidades HRBP que generen Valor en la organizaciones:
  • Establezca sistemas y canales que permitan la orientación, tutela, soporte y directrices de la unidad de RH corporativa.
  • Conforme las unidades de Business Partner con profesionales generalistas en RH y conviértalos en especialistas en el área de negocio para el que trabajen.
  • Desarrolle soluciones a medida de la unidad. Deben convertirse en "artesanos de soluciones".
  • Conozca a la perfección los objetivos de negocio, entienda su funcionamiento   y el impacto que tienen en el colectivo para el cuál trabajan. Sea experto en el mercado, producto, servicios y región en la que desarrolla la actividad su unidad.
  • Identifique para cada una de las personas a las que presta servicio: qué hacen, cómo, cuáles son sus problemas principales, qué competencias tienen y cuáles necesitan…
  • Mantenga sinergias con otros HRBP si lo hubiera y/o con otras unidades organizativas que le permita ser más eficiente.
  • Entienda la dinámica del mercado para anticiparse a las necesidades de su unidad.
En definitiva, conviértase en una consultora interna para el área asiganada.

Por último, os propongo las 6 principales competencias que deben tener los profesionales de una HRBP para lograr el éxito en el desempeño de sus funciones: 
- Visión global para considerar de forma más amplia los stakeholders y tener una perspectiva mayor de la unidad y el impacto que tiene la misma en la organización.
- Orientación al cliente para lograr la maxima satisfacción de las necesidades y requerimientos.
- Proactividad para lograr la anticipación necesaria siempre acompasada con el timing del negocio y las necesidades de la unidad.
- Innovación para gestionar el cambio constante de manera innovadora.
- Calidad para superar las expectativas del cliente buscando la eficiencia en su trabajo.
- Comunicación para  adaptarse a los diversos profesionales y colectivos con los que tendrá de trabajar y ser capaz de escuchar y proponer con los diferentes niveles organizativos.

En definitiva, si somos capaces de lograr HRBP que pongan en práctica éstas acciones y dispongan de dichas competencias, tendremos a disposición de la organización un verdadero elemento de generación de valor para las distintas unidades de negocio.

martes, 23 de septiembre de 2014

La generación del compromiso como ventaja competitiva


La generación del compromiso es uno de los elementos clave que tienen los departamento de RR.HH (y por ende las organizaciones) en la batalla por la retención del talento. Por tanto, en relación con la gestión del talento, no serán las empresas que mejor  sepan adaptarse a la situación de mercado las que triunfen, sino las que mejor sepan prepararse.

La clave está en responder (y responder ya!) a las siguientes preguntas:
¿Tenemos a nuestros profesionales realmente comprometidos?
¿Conocemos cuál es su grado de compromiso?
¿Conocemos qué les hace comprometerse?

Para ello debemos plantearnos qué podemos hacer desde RR.HH para provocar la generación del compromiso que devengará en disponer de profesionales y equipos más motivados, productivos y fidelizados. Mi recomendación es que realicemos un plan que IMPACTE:

Identifica los factores clave en la generación de compromiso y los grupos de empleados sobre los que quieres/tienes que actuar
Mide el grado de compromiso en cada uno de esos factores por individuo y grupos segmentados
Planifica las acciones que vas a llevar a cabo para mejorar aquellos factores menos potenciados y mantener los más desarrollados
ACTúa llevando a cabo las acciones en el corto, medio y largo plazo que permitan aumentar el resultado en todos los factores
Evalúa el resultado de estas acciones llevando un control sistemático que permitan la mejora continua y permita disponer de “tu mapa de compromiso corporativo” actualizado

El objetivo de este plan no debe ser otro que lograr que los empleados estén en nuestras organizaciones no por la necesidad u obligación sino por el deseo de pertenecer a nuestra compañía. En definitiva, el compromiso es mutuo.

Y recuerda que "sin personas satisfechas no hay clientes satisfechos".

miércoles, 25 de junio de 2014

Herramientas de RR.HH para combatir la erosión en la motivación

La actual situación de mercado y la profunda crisis que estamos viviendo ha propiciado una importante transformación en el mercado de trabajo y fundamentalmente en la percepción del mismo que tienen los empleados que aún siguen activos. Apreciamos que existe una importante erosión (sustancialmente mayor que hace unos años) en la motivación entre de los profesionales que, afortunadamente, continúan trabajando.

Hay varios motivos que nos llevan a esta situación, entre otros:
  • Nuestra mermada economía afecta por ende a la economía doméstica de cada uno de nosotros.
  • La situación en cada una de nuestras empresas con salarios congelados o en caída libre, nula o muy reducida movilidad profesional, reducción de los presupuestos de muchas áreas, etc.
  • Entorno de familia, amigos y conocidos. Profesionales válidos fuera del mercado laboral, con escasas opciones en el corto de reengancharse a posiciones similares.
Todos estos factores generan un efecto contagio que puede llevar a nuestros empleados a la desidia, la frustración y/o la apatía y a las organizaciones a la generación de una ambiente “tóxico” que redunda en la productividad y multiplica las posibilidades de contagio.

Y ante esto, ¿qué podemos aportar los departamentos de RR.HH de las empresas? ¿Somos conscientes de que existe una motivación “latente y permeable” en nuestros profesionales? ¿Tenemos en cuenta que la retención y fidelización de nuestro talento es (y será!) clave en la situación de mercado actual y, fundamentalmente, venidera?

A vuelapluma se me ocurren varias ideas (advierto que ninguna innovadora pero no por ello debemos dejar de luchar por impulsarlas) para poder implantar en nuestra lucha contra la erosión de la motivaciónA pesar de ser todas ampliamente conocidas, no son siempre utilizadas o, al menos, bien aplicadas.
    1.- "La autonomía es un requisito para la eficacia.” Uno de los anhelos de muchos profesionales es estar en una compañía que le permita realizarse y crecer profesionalmente. El empleado que gana en autonomía de forma progresiva se vuelve más eficaz y su trabajo se convierte en un reto que le hace más atractivo sus tareas y responsabilidades. En cualquier caso no olvides 2 normas: la autonomía no debe ser igual para todos los trabajadores (ni todos la quieren!!) y busca que se cumpla la famosa frase de que “la autonomía no se regala, se conquista”.

    2.- Trabajar para vivir ó vivir para trabajarLa estructura social está cambiando. Nada ni nadie puede frenarlo. Un número muy importante de trabajadores estarían dispuesto a cambiar dinero por tiempo.  En un mercado donde (si la crisis no lo ha  derrumbado), trabajan ambos miembros de la unidad familiar, es preciso incorporar políticas de conciliación sólidas y progresivas que customicen las necesidades de cada grupo de empleados. Añadido a esto las nuevas generaciones (y las venideras) llevan en el ADN estos conceptos. Eso nos obliga cada vez más a generar políticas que adapten al presente y futuro orden social.

    3.- ¨ Págueme como yo quiero!
    Haga uso de las políticas de retribución flexible como fórmula para mejorar la percepción del salario y adecuar el impacto retributivo a cada profesional en función de necesidades actuales y futuras.

    4.- “Los empleados no se van de las empresas sino de sus jefes”. Trabaje a la línea de managers. La relación con el jefe es clave. Dóteles de habilidades que les permitan mejorar capacidades básicas en la gestión de equipos: inteligencia emocional, control del estrés y transformar a sus profesionales que gestionan personas en auténticos impulsores del cambio y generadores del desarrollo de equipos e individuos.

    5.- “¡No me entero de nada!. La comunicación e información en las organizaciones es uno de los principales males endémicos de las organizaciones.Planes comunicación estructurados, adecuados entiempo y forma, que permitan feedbackadaptados a las necesidades reales de cada profesional y/o grupo de profesionales; se convierten en palancas diferenciales en las organizaciones en lo que ha generación de motivación se refieren.

    6.- "Más valen pocos comprometidos, que muchos por compromiso”Este es uno de los grandes retos de las organizaciones y si duda uno de los elementos que más impacta en la motivación. Podríamos decir que compromiso y motivación son elementos indisociables. Sin embargo, muy poco hacen las organizaciones para identificarlo, medirlo y potenciarlo. Por tanto se hace fundamental que las empresas tomen conciencia de la ventaja competitiva que supone tener a los empleados (al menos a los clave!) comprometidos. Deben ser capaces de llevar a los trabajadores de la necesidad y obligación al deseo de permanecer en la empresa.



    Recuerda, el compromiso es mutuo. Como decía el actor y presentador Hugh Downs, “Afirmar que mi destino no está ligado al tuyo es como decir: “Tu lado del bote se está hundiendo”.

    martes, 13 de mayo de 2014

    Fidelización y retención del talento en las organizaciones actuales

     Si elaboramos un listado a vuelapluma de lanecesidades y deseos laborales de los empleados en la actualidad comprobaremos que estos se dividen en grandes bloques:


    - Contraprestación atractiva. Remuneración equitativa interna y externamente


    - Desarrollo: Formación y Desarrollo continuado, buen proyecto empresarial y altas expectativas de crecimiento

    - Conciliación: Condiciones laborales (Posibilidades de conciliación vida laboral/personal) y clima laboral (relaciones, presión, etc.) adecuados a sus demandas.


        
    Trabajo ideal = contraprestación atractiva + desarrollo + conciliación


    En el estudio del año 2000 de la consultora Otto Walter España, S.A (Factores de Fidelización y permanencia entusiasta en la empresa de los profesionales cualificados), realizada a directivos y personal cualificado de 800 de las empresas más importantes de España, encontramos que los 7 factores clave de fidelización son (por este orden):

    1)
        Posibilidades de desarrollo

    2) Calidad de relación con el jefe directo


    3)
         Sueldo fijo

    4)
        Reconocimiento

    5)
        Aprendizaje y formación

    6)
        Calidad de la alta dirección

    7)
        Conocimiento y credibilidad en el proyecto de empresa

    Además, el estudio destaca que de los factores sobre los que se desarrolla la encuesta, los 2 menos importantes para los encuestados son:

    1)
        Retribución variable

    2)
        Respeto a los horarios y vacaciones


    El estudio en sus páginas centrales ofrece un dato, interesante y curioso en la lectura del documento en el año 2000, pero absolutamente clave 8 años después para entender la actualidad del mercado: “…aspectos sin importancia para el grueso de los profesionales encuestados a la hora de mantenerse fieles a una empresa, son curiosamente las retribuciones variables y el respecto a los horarios y vacaciones. No obstante, estos dos últimos conceptos adquieren mayor relevancia entre los profesionales más jóvenes.”  

    Ocho años después, esos mandos intermedios, jefes de proyecto, y responsables de unidades de negocio son los directivos de hoy. Aquellos que terminaban su carrera con el comienzo del siglo les han ido sustituyendo en los niveles inferiores. Y aquí tenemos el resultado: “El salario (fijo y variable) y la conciliación, los dos factores más decisivos para fidelizar a los empleados” según el estudio de la consultora Hudson en el año 2008.

    El estudio de Hudson aporta más datos de enorme valor como por ejemplo que “existe poca fidelidad laboral entre los empleados de las compañías ya que el 32% de la fuerza laboral está activamente buscando o preparada para cambiar de trabajo y el 41%, aunque no está buscando, sí escucharía una oferta”.  El estudio concluye afirmando que en los próximos 5 años el 50% de los empleados espera cambiar de empresa.

    Como podemos apreciar, la evolución que ha sufrido el perfil del empleado es clara y patente, y sin duda, esta información es conocida por todos. Son numerosos los estudios e informes que nos abruman con sus datos acerca de “lo que desean los empleados”. Pero, ¿conocemos realmente lo que necesitanlos empleados de nuestra empresa en concreto¿somos capaces de darles lo que piden? Y lo más importante, ¿sabemos qué políticas implementar para alcanzar la satisfacción de nuestro cliente interno?

    Y llegamos a 2014, LinkedIn ha  presentado un estudio internacional que mide la satisfacción de los empleados en sus puestos de trabajo y las principales motivaciones de los profesionales a la hora de aceptar un nuevo empleo. Han participado en este 18.000 profesionales de 26 países diferentes, con el objetivo de mostrar las tendencias que marcan las fluctuaciones en el mercado laboral y las prioridades de los profesionales en el momento de valorar una oferta de empleo.

    En nuestro país, las principales motivaciones que inducen a los candidatos pasivos a cambiar de puesto de trabajo son: la percepción de un mejor salario y mayores beneficios (54%), mayores perspectivas de promoción (36%) y una mejor conciliación laboral (33%). En cambio, factores como optar por un trabajo que suponga un nuevo reto o que ofrezca mayores posibilidades aprendizaje, parecen ser menos relevantes para los profesionales españoles cuando evalúan una nueva oferta de trabajo.

    Como podemos apreciar, la evolución que ha sufrido el perfil del empleado es clara y patente, y sin duda, esta información es conocida por todos. Son numerosos los estudios e informes que nos abruman con sus datos acerca de “lo que desean los empleados”. Pero, ¿conocemos realmente lo que necesitanlos empleados de nuestra empresa en concreto¿somos capaces de darles lo que piden? Y lo más importante, ¿sabemos qué políticas implementar para alcanzar la satisfacción de nuestro cliente interno?

    Deben por tanto, los departamentos de RR.HH analizar que “consumidores internos” tienen  en sus organizaciones y que “productos” buscan estos clientes para así alinear sus estrategias, políticas y prácticas a satisfacer y exceder las necesidades de los mismos.





    “Aprendemos a hablar y comunicarnos con los demás en tan solo 3 años y tardamos toda una vida en aprender a escuchar”.

    Hemingway.  El Viejo y el mar.

    viernes, 1 de noviembre de 2013

    Los 5 errores capitales de la dirección de RR.HH


    "Tengo que dar gracias por haber estado en una compañía que me ha dejado equivocarme muchas veces". Roberto Goizueta (Presidente de la Junta Directiva y el Director General de The Coca-Cola Company)

    Tras más de 15 años en el campo de los RR.HH, he tenido la suerte de trabajar con y para diversas organizaciones en el ámbito de las personas. Grandes corporaciones y pymes. Espectaculares compañías multinacionales y modestas organizaciones locales. Compañías tremendamente evolucionadas en materia de RR.HH y empresas que querían montar sistemas básicos de gestión de personas.  He visto los toros desde la barrera como gerente de consultoría de RR.HH de una de las Big Four o como trabajador en empresas como técnico, responsable y manager de RR.HH.

    La enseñanza que llevo en la mochila me lleva a la siguiente conclusión: existen tantas visiones de "la estrategia y el enfoque de los RR.HH" como compañías he conocido.


    En una ocasión en mi etapa en consultoría, estaba en una reunión con el director General de una multinacional de las comunicaciones y el Director de RR.HH. Querían implantar con nosotros un modelo de evaluación de los profesionales como inicio a un proyecto de gestión del cambio que querían acometer. En un momento determinado, el Director de RR.HH comentó “No estoy de acuerdo con el enfoque. Creo que no hay que abordarlo así. Debéis hacerme caso. Tengo 30 años de experiencia en este campo”. Su Director General le contestó: “No es correcto tu apreciación. Lo que tienes es un año de experiencia repetido 30 veces”.

    Lo que sí he podido sacar en claro en mi periplo profesional es que el aprendizaje, el ensayo-error-lección, es la base del éxito de las organizaciones. En estas líneas, quiero por tanto,  aportar mi modesta opinión acerca de errores (y los aprendizajes en muchas ocasiones generados!!!) que he podido vivenciar en muchas de estas organizaciones en materia de gestión de recursos humanos:
    Lamentablemente muchos de estos errores, quedan en eso, errores y no vislumbras atisbo alguno de que se produzca aprendizaje del error transformado en cambios, evolución, reenfoque o avance alguno.

    Para mí, estos son lo que denomino los 5 errores capitales de la Dirección de RR.HH

    1.- No identificar y valorar correctamente los stakeholders

    2.- El efecto de la No-Segmentación.

    3.- No trabajar realmente como Business partner

    4.- Tener un modelo de gestión de los recursos humanos no alineado con el modelo de negocio de la compañía ni vinculado a la estrategia.

    5.- Marketing de RR.HH: No identificar el límite de la sobreventa

    Analicemos uno a uno estos errores y los aprendizajes generados.


    1.- No identificar y valorar correctamente los stakeholders.

    “Cada vez que cometo un error me parece descubrir una verdad que no conocía".  Maurice Maeterlinck

    Mi experiencia me muestra que muchos departamentos o direcciones de RR.HH están enfocados en uno de los stakeholders únicamente, no valorando adecuadamente el resto que deben también ser adecuadamente atendidos. Uno de los autores más prolíficos en materia de gestión del talento y una de las grandes autoridades mundiales en la creación de valor a través de los recursos humanos, Dave Ulrich, defiende en su libro “The HR Value Proposition”, que “las áreas de recursos humanos pueden avanzar significativamente si potencian el valor de todos los agentes con intereses en la organización o stakeholders”. Además afirma, y es algo que he podido contrastar principalmente en empresas pequeñas y medianas, que los departamentos de RR.HH suelen estar centrados en stakeholders internos (mandos intermedios y empleados) y muy poco en externos (inversores y clientes): “RR.HH debe emplear más tiempo en el trabajo de transformación requerido por la empresa, esto es, el desarrollo de capacidades que facilitan la ejecución de las estrategias de negocio. Y cuando hablamos de añadir valor al negocio, tenemos que considerar a los clientes e inversores que, en último término, deciden si el negocio tendrá éxito o no”.

    El éxito radicará por tanto en desarrollar un plan director que incluya en la estrategia, procesos y acciones que impacten en los diferentes stakeholders de la compañía, incluso me atrevería añadir que se debería trabajar con una matriz que garantice diversos impactos en los diferentes stakeholders que tenemos.

    La pieza que falta en el puzzle para generar el “valor” del que habla Ulrich, es “conocer” que aporta la función de RR.HH a cada uno delos stakeholders. Únicamente así se verá el verdadero aporte de valor de los departamentos de RR.HH.


    2.- El efecto de la No-Segmentación.


    “La mejor manera de retener el talento no es satisfacer a los empleados; sino dejarlos encantados”. Adaptación de cita de P. Kotler

    Uno de los temas más apasionantes y sin duda de mayor actualidad en materia de gestión de talento, es la vinculación de las herramientas tradicionales del marketing a los procesos de RR.HH. Entre estas herramientas, una de las principales (tanto por su potencia como por su encaje en las políticas y procesos de RR.HH) es la segmentación. Al igual que los departamentos de marketing y/o inteligencia de clientes segmentan los consumidores/usuarios de los servicios/productos de la compañía para adecuar la oferta a cada “tipología de clientes”, debemos hacer en RR.HH con los empleados de nuestra compañía. Seguramente por falta de recursos para abordarlo, o por desconocimiento de la implantación de este tipo de herramientas, muchas direcciones de RR.HH se limitan al ya tradicional “café para todos” a la hora de elaborar sus políticas corporativas en materia de gestión de personas. ¿Tangibiliza de igual un ticket guardería, un seguro de salud o un plan de formación el mismo colectivo? ¿Percibe de igual modo un plan de pensiones un profesional de 20, 40 o 62 años?

    Desmotivación, desequilibrio en valoración de las acciones implementadas y pérdida de eficiencia suelen ser el resultado de estas políticas donde la no-segmentación se erige como principal escollo en el proceso de satisfacer las necesidades tanto corporativas como personales.

    La segmentación no es más que una vía de llegar a paquetizar para diferentes grupos de empleados (e incluso a nivel individuo!) una oferta de valor “exclusiva” para cada colectivo y profesional con necesidades, intereses y motivaciones semejantes. Importante es no confundir con dar a cada empleado “lo que quiere” o no ofrecer elementos corporativos necesarios aunque no sean del agrado de ese colectivo en concreto; es más dotar de eficacia (y seguramente eficiencia en lo que a costes se refiere)  de elementos que las direcciones de RR.HH manejan en su plan de trabajo cotidiano (planes de formación, beneficios sociales, actividades para empleados, etc).


    3.- No trabajar realmente como Business partner

    “En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe”. Eric Hoffer


    Trabajar como business partner de una unidad de negocio se ha convertido en una de las estrategias de muchas empresas en su modelo de negocio en lo concerniente a la función de los recursos humanos. Las direcciones de RR.HH, suelen ser una de las áreas de actividad susceptibles de apoyar, integrarse y dar soluciones a un área o unidad concreta desde la perspectiva de gestión de personas. Lo que en ocasiones sucede es que la/s persona/personas de RR.HH. que forman parte de BP, cometen alguno de los siguientes errores:

    1)    Se desligan de las directrices generales de la unidad corporativa de RR.HH., cuando su misión es ser un apéndice estos en una unidad de negocio con 3 funciones básicas:
    a.     Identificar, analizar y trasladar necesidades específicas de la unidad de negocio
    b.     Adaptar las políticas y procesos a la unidad para la que trabajan
    c.     Dotar de eficiencia a los procesos de RR.HH (agilidad, cercanía, priorización, etc.)

    2)   Con mayor recurrencia que el anterior, se olvidan de que el elemento diferenciador de un BP excelente es la capacidad camaleónica. Esto se traduce en conocer, conocer y conocer al área/unidad en la que estás: su negocio, su misión en la organización, su problemática, sus palancas de actividad, su lenguaje, etc., pero no solo desde el punto de vista de la gestión de personas sino conociendo realmente el negocio en el que desarrollan su actividad desde la visión técnico-operativa.



    4.- Tener un modelo de gestión de los recursos humanos no alineado con el modelo de negocio de la compañía ni vinculado a la estrategia.


    “Si no sabes dónde vas, cualquier camino es bueno” Lewis Carrol.

    Pese a la que en apariencia es un error fácilmente reconocible, sigue siendo uno de los más extendidos en las empresas. Y, sin duda, tiene una explicación. No siempre es fácil.

    La creación de un plan director de RH tiene que hacerse siempre de arriba a abajo. De igual modo que se configura un cuadro de mando integral en las empresas o un plan de negocio, nuestro plan debe ir completamente alineado con el modelo de negocio vigente (y revisado y actualizado periódicamente!!). Cada output generado en nuestro plan debe tener no únicamente un qué y un cómo, sino un claro y nítido    cuándo, porqué y para qué.

    Averigua cuál es la estrategia de tu compañía y cómo se traduce ésta en objetivos y proyectos concretos. Después, genera tu plan.

    Hay múltiples ejemplos que podemos mostrar:
      • Traza planes que vayan de objetivos corporativos o de área a impactos por parte de RR.HH. Recomiendo leer o (releer!!) “El Cuadro de mando de RR.HH, vinculando la estrategia y el rendimiento de la empresa” Becker, Huselid y Ulrich.
      • Evita el “café para todos” en tus planes (volvemos al tema de la segmentación…)
      • Planes de formación alineados con las necesidades reales de la compañía, (ofrecer formación “necesaria” para el negocio que acompañe a cada uno de los proyectos del plan estratégico de la compañía).
      • Formación adecuada con los perfiles profesionales y adhoc con las necesidades de cada trabajador. Huye de fechas “pico” del negocio que podrían ser trasladados a fechas más “valle”.
      • Recluta talento, pero únicamente aquel que "encaje" con el tipo de cultura, valores y comportamientos de tu compara.
      • Etc. 

    5.- Marketing de RR.HH: No identificar el límite de la sobreventa


    “Muchas promesas disminuyen la confianza”. Horacio

    Hay que vender nuestro trabajo. Hay que vender nuestro trabajo. Hay que vender nuestro trabajo… Cierto es que todos nos lanzamos internamente estos mensajes una y otra vez. Y claramente es positivo tener esa orientación “marketiniano-comercial” de nuestra actividad. La clave es la mesura. En palabras de Aristóteles: “la virtud es un termino medio entre dos extremos, uno por exceso y otro por defecto”.

    RR.HH, ha avanzado mucho en los últimos años en la dura misión de “vender” su trabajo y desarrollar planes que doten de imagen de cara a sus clientes internos cada una de sus actividades. Pero, cierto es también, que he podido percibir cierta dosis de sobreventa en algunas de las acción y proyectos desarrollados. Es, por tanto, igual de importante, vender tu trabajo como identificar el límite que te hace traspasar a la temida “sobreventa”. La gestión de las expectativas del cliente entra el juego y no es un juego fácil. Será clave en tu éxito como departamento.

    Sugiero plantearte estas preguntas antes de cada servicio/producto:
    1. ¿Qué es lo que espera realmente? Identificar las expectativas de tu(s) cliente(s). Qué quiere. Para qué lo necesita. Cómo lo quiere. En qué plazo.
    2. Trasmite a tu cliente interno el detalle del producto/servicio que va a obtener (recuerda, “el origen de toda desilusión es una expectativa exagerada”)
    3. Construye el producto/servicio alineándolo con las respuestas anteriores.
    4. Ponle lazo (siempre a posteriori y sin sobreventa!). Da cierto toque a tu entrega. Busca superar sus expectativas.
    5. Chequea periódicamente en cada output si los productos/servicios entregados son “lo que mi cliente interno quería”

    Espero haberte ayudado a identificar algunos de los errores más frecuentes de la gestión de RR.HH, parta tratar de minimizarlos en la medida de lo posible. Para terminar, parafraseando al escritor francés Anatole France, decirte que "prefiero los errores del entusiasmo a la indiferencia de la sabiduría".

    Te invito a seguir equivocándote, corrigiendo y mejorando cada día. Pero sobre todo, compartiendo.





    "Si crees haber tenido una idea realmente innovadora, pregunta antes a tus hijos. Por si acaso...". Jesús Golderos