miércoles, 25 de junio de 2014

Herramientas de RR.HH para combatir la erosión en la motivación

La actual situación de mercado y la profunda crisis que estamos viviendo ha propiciado una importante transformación en el mercado de trabajo y fundamentalmente en la percepción del mismo que tienen los empleados que aún siguen activos. Apreciamos que existe una importante erosión (sustancialmente mayor que hace unos años) en la motivación entre de los profesionales que, afortunadamente, continúan trabajando.

Hay varios motivos que nos llevan a esta situación, entre otros:
  • Nuestra mermada economía afecta por ende a la economía doméstica de cada uno de nosotros.
  • La situación en cada una de nuestras empresas con salarios congelados o en caída libre, nula o muy reducida movilidad profesional, reducción de los presupuestos de muchas áreas, etc.
  • Entorno de familia, amigos y conocidos. Profesionales válidos fuera del mercado laboral, con escasas opciones en el corto de reengancharse a posiciones similares.
Todos estos factores generan un efecto contagio que puede llevar a nuestros empleados a la desidia, la frustración y/o la apatía y a las organizaciones a la generación de una ambiente “tóxico” que redunda en la productividad y multiplica las posibilidades de contagio.

Y ante esto, ¿qué podemos aportar los departamentos de RR.HH de las empresas? ¿Somos conscientes de que existe una motivación “latente y permeable” en nuestros profesionales? ¿Tenemos en cuenta que la retención y fidelización de nuestro talento es (y será!) clave en la situación de mercado actual y, fundamentalmente, venidera?

A vuelapluma se me ocurren varias ideas (advierto que ninguna innovadora pero no por ello debemos dejar de luchar por impulsarlas) para poder implantar en nuestra lucha contra la erosión de la motivaciónA pesar de ser todas ampliamente conocidas, no son siempre utilizadas o, al menos, bien aplicadas.
    1.- "La autonomía es un requisito para la eficacia.” Uno de los anhelos de muchos profesionales es estar en una compañía que le permita realizarse y crecer profesionalmente. El empleado que gana en autonomía de forma progresiva se vuelve más eficaz y su trabajo se convierte en un reto que le hace más atractivo sus tareas y responsabilidades. En cualquier caso no olvides 2 normas: la autonomía no debe ser igual para todos los trabajadores (ni todos la quieren!!) y busca que se cumpla la famosa frase de que “la autonomía no se regala, se conquista”.

    2.- Trabajar para vivir ó vivir para trabajarLa estructura social está cambiando. Nada ni nadie puede frenarlo. Un número muy importante de trabajadores estarían dispuesto a cambiar dinero por tiempo.  En un mercado donde (si la crisis no lo ha  derrumbado), trabajan ambos miembros de la unidad familiar, es preciso incorporar políticas de conciliación sólidas y progresivas que customicen las necesidades de cada grupo de empleados. Añadido a esto las nuevas generaciones (y las venideras) llevan en el ADN estos conceptos. Eso nos obliga cada vez más a generar políticas que adapten al presente y futuro orden social.

    3.- ¨ Págueme como yo quiero!
    Haga uso de las políticas de retribución flexible como fórmula para mejorar la percepción del salario y adecuar el impacto retributivo a cada profesional en función de necesidades actuales y futuras.

    4.- “Los empleados no se van de las empresas sino de sus jefes”. Trabaje a la línea de managers. La relación con el jefe es clave. Dóteles de habilidades que les permitan mejorar capacidades básicas en la gestión de equipos: inteligencia emocional, control del estrés y transformar a sus profesionales que gestionan personas en auténticos impulsores del cambio y generadores del desarrollo de equipos e individuos.

    5.- “¡No me entero de nada!. La comunicación e información en las organizaciones es uno de los principales males endémicos de las organizaciones.Planes comunicación estructurados, adecuados entiempo y forma, que permitan feedbackadaptados a las necesidades reales de cada profesional y/o grupo de profesionales; se convierten en palancas diferenciales en las organizaciones en lo que ha generación de motivación se refieren.

    6.- "Más valen pocos comprometidos, que muchos por compromiso”Este es uno de los grandes retos de las organizaciones y si duda uno de los elementos que más impacta en la motivación. Podríamos decir que compromiso y motivación son elementos indisociables. Sin embargo, muy poco hacen las organizaciones para identificarlo, medirlo y potenciarlo. Por tanto se hace fundamental que las empresas tomen conciencia de la ventaja competitiva que supone tener a los empleados (al menos a los clave!) comprometidos. Deben ser capaces de llevar a los trabajadores de la necesidad y obligación al deseo de permanecer en la empresa.



    Recuerda, el compromiso es mutuo. Como decía el actor y presentador Hugh Downs, “Afirmar que mi destino no está ligado al tuyo es como decir: “Tu lado del bote se está hundiendo”.

    martes, 13 de mayo de 2014

    Fidelización y retención del talento en las organizaciones actuales

     Si elaboramos un listado a vuelapluma de lanecesidades y deseos laborales de los empleados en la actualidad comprobaremos que estos se dividen en grandes bloques:


    - Contraprestación atractiva. Remuneración equitativa interna y externamente


    - Desarrollo: Formación y Desarrollo continuado, buen proyecto empresarial y altas expectativas de crecimiento

    - Conciliación: Condiciones laborales (Posibilidades de conciliación vida laboral/personal) y clima laboral (relaciones, presión, etc.) adecuados a sus demandas.


        
    Trabajo ideal = contraprestación atractiva + desarrollo + conciliación


    En el estudio del año 2000 de la consultora Otto Walter España, S.A (Factores de Fidelización y permanencia entusiasta en la empresa de los profesionales cualificados), realizada a directivos y personal cualificado de 800 de las empresas más importantes de España, encontramos que los 7 factores clave de fidelización son (por este orden):

    1)
        Posibilidades de desarrollo

    2) Calidad de relación con el jefe directo


    3)
         Sueldo fijo

    4)
        Reconocimiento

    5)
        Aprendizaje y formación

    6)
        Calidad de la alta dirección

    7)
        Conocimiento y credibilidad en el proyecto de empresa

    Además, el estudio destaca que de los factores sobre los que se desarrolla la encuesta, los 2 menos importantes para los encuestados son:

    1)
        Retribución variable

    2)
        Respeto a los horarios y vacaciones


    El estudio en sus páginas centrales ofrece un dato, interesante y curioso en la lectura del documento en el año 2000, pero absolutamente clave 8 años después para entender la actualidad del mercado: “…aspectos sin importancia para el grueso de los profesionales encuestados a la hora de mantenerse fieles a una empresa, son curiosamente las retribuciones variables y el respecto a los horarios y vacaciones. No obstante, estos dos últimos conceptos adquieren mayor relevancia entre los profesionales más jóvenes.”  

    Ocho años después, esos mandos intermedios, jefes de proyecto, y responsables de unidades de negocio son los directivos de hoy. Aquellos que terminaban su carrera con el comienzo del siglo les han ido sustituyendo en los niveles inferiores. Y aquí tenemos el resultado: “El salario (fijo y variable) y la conciliación, los dos factores más decisivos para fidelizar a los empleados” según el estudio de la consultora Hudson en el año 2008.

    El estudio de Hudson aporta más datos de enorme valor como por ejemplo que “existe poca fidelidad laboral entre los empleados de las compañías ya que el 32% de la fuerza laboral está activamente buscando o preparada para cambiar de trabajo y el 41%, aunque no está buscando, sí escucharía una oferta”.  El estudio concluye afirmando que en los próximos 5 años el 50% de los empleados espera cambiar de empresa.

    Como podemos apreciar, la evolución que ha sufrido el perfil del empleado es clara y patente, y sin duda, esta información es conocida por todos. Son numerosos los estudios e informes que nos abruman con sus datos acerca de “lo que desean los empleados”. Pero, ¿conocemos realmente lo que necesitanlos empleados de nuestra empresa en concreto¿somos capaces de darles lo que piden? Y lo más importante, ¿sabemos qué políticas implementar para alcanzar la satisfacción de nuestro cliente interno?

    Y llegamos a 2014, LinkedIn ha  presentado un estudio internacional que mide la satisfacción de los empleados en sus puestos de trabajo y las principales motivaciones de los profesionales a la hora de aceptar un nuevo empleo. Han participado en este 18.000 profesionales de 26 países diferentes, con el objetivo de mostrar las tendencias que marcan las fluctuaciones en el mercado laboral y las prioridades de los profesionales en el momento de valorar una oferta de empleo.

    En nuestro país, las principales motivaciones que inducen a los candidatos pasivos a cambiar de puesto de trabajo son: la percepción de un mejor salario y mayores beneficios (54%), mayores perspectivas de promoción (36%) y una mejor conciliación laboral (33%). En cambio, factores como optar por un trabajo que suponga un nuevo reto o que ofrezca mayores posibilidades aprendizaje, parecen ser menos relevantes para los profesionales españoles cuando evalúan una nueva oferta de trabajo.

    Como podemos apreciar, la evolución que ha sufrido el perfil del empleado es clara y patente, y sin duda, esta información es conocida por todos. Son numerosos los estudios e informes que nos abruman con sus datos acerca de “lo que desean los empleados”. Pero, ¿conocemos realmente lo que necesitanlos empleados de nuestra empresa en concreto¿somos capaces de darles lo que piden? Y lo más importante, ¿sabemos qué políticas implementar para alcanzar la satisfacción de nuestro cliente interno?

    Deben por tanto, los departamentos de RR.HH analizar que “consumidores internos” tienen  en sus organizaciones y que “productos” buscan estos clientes para así alinear sus estrategias, políticas y prácticas a satisfacer y exceder las necesidades de los mismos.





    “Aprendemos a hablar y comunicarnos con los demás en tan solo 3 años y tardamos toda una vida en aprender a escuchar”.

    Hemingway.  El Viejo y el mar.

    viernes, 1 de noviembre de 2013

    Los 5 errores capitales de la dirección de RR.HH


    "Tengo que dar gracias por haber estado en una compañía que me ha dejado equivocarme muchas veces". Roberto Goizueta (Presidente de la Junta Directiva y el Director General de The Coca-Cola Company)

    Tras más de 15 años en el campo de los RR.HH, he tenido la suerte de trabajar con y para diversas organizaciones en el ámbito de las personas. Grandes corporaciones y pymes. Espectaculares compañías multinacionales y modestas organizaciones locales. Compañías tremendamente evolucionadas en materia de RR.HH y empresas que querían montar sistemas básicos de gestión de personas.  He visto los toros desde la barrera como gerente de consultoría de RR.HH de una de las Big Four o como trabajador en empresas como técnico, responsable y manager de RR.HH.

    La enseñanza que llevo en la mochila me lleva a la siguiente conclusión: existen tantas visiones de "la estrategia y el enfoque de los RR.HH" como compañías he conocido.


    En una ocasión en mi etapa en consultoría, estaba en una reunión con el director General de una multinacional de las comunicaciones y el Director de RR.HH. Querían implantar con nosotros un modelo de evaluación de los profesionales como inicio a un proyecto de gestión del cambio que querían acometer. En un momento determinado, el Director de RR.HH comentó “No estoy de acuerdo con el enfoque. Creo que no hay que abordarlo así. Debéis hacerme caso. Tengo 30 años de experiencia en este campo”. Su Director General le contestó: “No es correcto tu apreciación. Lo que tienes es un año de experiencia repetido 30 veces”.

    Lo que sí he podido sacar en claro en mi periplo profesional es que el aprendizaje, el ensayo-error-lección, es la base del éxito de las organizaciones. En estas líneas, quiero por tanto,  aportar mi modesta opinión acerca de errores (y los aprendizajes en muchas ocasiones generados!!!) que he podido vivenciar en muchas de estas organizaciones en materia de gestión de recursos humanos:
    Lamentablemente muchos de estos errores, quedan en eso, errores y no vislumbras atisbo alguno de que se produzca aprendizaje del error transformado en cambios, evolución, reenfoque o avance alguno.

    Para mí, estos son lo que denomino los 5 errores capitales de la Dirección de RR.HH

    1.- No identificar y valorar correctamente los stakeholders

    2.- El efecto de la No-Segmentación.

    3.- No trabajar realmente como Business partner

    4.- Tener un modelo de gestión de los recursos humanos no alineado con el modelo de negocio de la compañía ni vinculado a la estrategia.

    5.- Marketing de RR.HH: No identificar el límite de la sobreventa

    Analicemos uno a uno estos errores y los aprendizajes generados.


    1.- No identificar y valorar correctamente los stakeholders.

    “Cada vez que cometo un error me parece descubrir una verdad que no conocía".  Maurice Maeterlinck

    Mi experiencia me muestra que muchos departamentos o direcciones de RR.HH están enfocados en uno de los stakeholders únicamente, no valorando adecuadamente el resto que deben también ser adecuadamente atendidos. Uno de los autores más prolíficos en materia de gestión del talento y una de las grandes autoridades mundiales en la creación de valor a través de los recursos humanos, Dave Ulrich, defiende en su libro “The HR Value Proposition”, que “las áreas de recursos humanos pueden avanzar significativamente si potencian el valor de todos los agentes con intereses en la organización o stakeholders”. Además afirma, y es algo que he podido contrastar principalmente en empresas pequeñas y medianas, que los departamentos de RR.HH suelen estar centrados en stakeholders internos (mandos intermedios y empleados) y muy poco en externos (inversores y clientes): “RR.HH debe emplear más tiempo en el trabajo de transformación requerido por la empresa, esto es, el desarrollo de capacidades que facilitan la ejecución de las estrategias de negocio. Y cuando hablamos de añadir valor al negocio, tenemos que considerar a los clientes e inversores que, en último término, deciden si el negocio tendrá éxito o no”.

    El éxito radicará por tanto en desarrollar un plan director que incluya en la estrategia, procesos y acciones que impacten en los diferentes stakeholders de la compañía, incluso me atrevería añadir que se debería trabajar con una matriz que garantice diversos impactos en los diferentes stakeholders que tenemos.

    La pieza que falta en el puzzle para generar el “valor” del que habla Ulrich, es “conocer” que aporta la función de RR.HH a cada uno delos stakeholders. Únicamente así se verá el verdadero aporte de valor de los departamentos de RR.HH.


    2.- El efecto de la No-Segmentación.


    “La mejor manera de retener el talento no es satisfacer a los empleados; sino dejarlos encantados”. Adaptación de cita de P. Kotler

    Uno de los temas más apasionantes y sin duda de mayor actualidad en materia de gestión de talento, es la vinculación de las herramientas tradicionales del marketing a los procesos de RR.HH. Entre estas herramientas, una de las principales (tanto por su potencia como por su encaje en las políticas y procesos de RR.HH) es la segmentación. Al igual que los departamentos de marketing y/o inteligencia de clientes segmentan los consumidores/usuarios de los servicios/productos de la compañía para adecuar la oferta a cada “tipología de clientes”, debemos hacer en RR.HH con los empleados de nuestra compañía. Seguramente por falta de recursos para abordarlo, o por desconocimiento de la implantación de este tipo de herramientas, muchas direcciones de RR.HH se limitan al ya tradicional “café para todos” a la hora de elaborar sus políticas corporativas en materia de gestión de personas. ¿Tangibiliza de igual un ticket guardería, un seguro de salud o un plan de formación el mismo colectivo? ¿Percibe de igual modo un plan de pensiones un profesional de 20, 40 o 62 años?

    Desmotivación, desequilibrio en valoración de las acciones implementadas y pérdida de eficiencia suelen ser el resultado de estas políticas donde la no-segmentación se erige como principal escollo en el proceso de satisfacer las necesidades tanto corporativas como personales.

    La segmentación no es más que una vía de llegar a paquetizar para diferentes grupos de empleados (e incluso a nivel individuo!) una oferta de valor “exclusiva” para cada colectivo y profesional con necesidades, intereses y motivaciones semejantes. Importante es no confundir con dar a cada empleado “lo que quiere” o no ofrecer elementos corporativos necesarios aunque no sean del agrado de ese colectivo en concreto; es más dotar de eficacia (y seguramente eficiencia en lo que a costes se refiere)  de elementos que las direcciones de RR.HH manejan en su plan de trabajo cotidiano (planes de formación, beneficios sociales, actividades para empleados, etc).


    3.- No trabajar realmente como Business partner

    “En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe”. Eric Hoffer


    Trabajar como business partner de una unidad de negocio se ha convertido en una de las estrategias de muchas empresas en su modelo de negocio en lo concerniente a la función de los recursos humanos. Las direcciones de RR.HH, suelen ser una de las áreas de actividad susceptibles de apoyar, integrarse y dar soluciones a un área o unidad concreta desde la perspectiva de gestión de personas. Lo que en ocasiones sucede es que la/s persona/personas de RR.HH. que forman parte de BP, cometen alguno de los siguientes errores:

    1)    Se desligan de las directrices generales de la unidad corporativa de RR.HH., cuando su misión es ser un apéndice estos en una unidad de negocio con 3 funciones básicas:
    a.     Identificar, analizar y trasladar necesidades específicas de la unidad de negocio
    b.     Adaptar las políticas y procesos a la unidad para la que trabajan
    c.     Dotar de eficiencia a los procesos de RR.HH (agilidad, cercanía, priorización, etc.)

    2)   Con mayor recurrencia que el anterior, se olvidan de que el elemento diferenciador de un BP excelente es la capacidad camaleónica. Esto se traduce en conocer, conocer y conocer al área/unidad en la que estás: su negocio, su misión en la organización, su problemática, sus palancas de actividad, su lenguaje, etc., pero no solo desde el punto de vista de la gestión de personas sino conociendo realmente el negocio en el que desarrollan su actividad desde la visión técnico-operativa.



    4.- Tener un modelo de gestión de los recursos humanos no alineado con el modelo de negocio de la compañía ni vinculado a la estrategia.


    “Si no sabes dónde vas, cualquier camino es bueno” Lewis Carrol.

    Pese a la que en apariencia es un error fácilmente reconocible, sigue siendo uno de los más extendidos en las empresas. Y, sin duda, tiene una explicación. No siempre es fácil.

    La creación de un plan director de RH tiene que hacerse siempre de arriba a abajo. De igual modo que se configura un cuadro de mando integral en las empresas o un plan de negocio, nuestro plan debe ir completamente alineado con el modelo de negocio vigente (y revisado y actualizado periódicamente!!). Cada output generado en nuestro plan debe tener no únicamente un qué y un cómo, sino un claro y nítido    cuándo, porqué y para qué.

    Averigua cuál es la estrategia de tu compañía y cómo se traduce ésta en objetivos y proyectos concretos. Después, genera tu plan.

    Hay múltiples ejemplos que podemos mostrar:
      • Traza planes que vayan de objetivos corporativos o de área a impactos por parte de RR.HH. Recomiendo leer o (releer!!) “El Cuadro de mando de RR.HH, vinculando la estrategia y el rendimiento de la empresa” Becker, Huselid y Ulrich.
      • Evita el “café para todos” en tus planes (volvemos al tema de la segmentación…)
      • Planes de formación alineados con las necesidades reales de la compañía, (ofrecer formación “necesaria” para el negocio que acompañe a cada uno de los proyectos del plan estratégico de la compañía).
      • Formación adecuada con los perfiles profesionales y adhoc con las necesidades de cada trabajador. Huye de fechas “pico” del negocio que podrían ser trasladados a fechas más “valle”.
      • Recluta talento, pero únicamente aquel que "encaje" con el tipo de cultura, valores y comportamientos de tu compara.
      • Etc. 

    5.- Marketing de RR.HH: No identificar el límite de la sobreventa


    “Muchas promesas disminuyen la confianza”. Horacio

    Hay que vender nuestro trabajo. Hay que vender nuestro trabajo. Hay que vender nuestro trabajo… Cierto es que todos nos lanzamos internamente estos mensajes una y otra vez. Y claramente es positivo tener esa orientación “marketiniano-comercial” de nuestra actividad. La clave es la mesura. En palabras de Aristóteles: “la virtud es un termino medio entre dos extremos, uno por exceso y otro por defecto”.

    RR.HH, ha avanzado mucho en los últimos años en la dura misión de “vender” su trabajo y desarrollar planes que doten de imagen de cara a sus clientes internos cada una de sus actividades. Pero, cierto es también, que he podido percibir cierta dosis de sobreventa en algunas de las acción y proyectos desarrollados. Es, por tanto, igual de importante, vender tu trabajo como identificar el límite que te hace traspasar a la temida “sobreventa”. La gestión de las expectativas del cliente entra el juego y no es un juego fácil. Será clave en tu éxito como departamento.

    Sugiero plantearte estas preguntas antes de cada servicio/producto:
    1. ¿Qué es lo que espera realmente? Identificar las expectativas de tu(s) cliente(s). Qué quiere. Para qué lo necesita. Cómo lo quiere. En qué plazo.
    2. Trasmite a tu cliente interno el detalle del producto/servicio que va a obtener (recuerda, “el origen de toda desilusión es una expectativa exagerada”)
    3. Construye el producto/servicio alineándolo con las respuestas anteriores.
    4. Ponle lazo (siempre a posteriori y sin sobreventa!). Da cierto toque a tu entrega. Busca superar sus expectativas.
    5. Chequea periódicamente en cada output si los productos/servicios entregados son “lo que mi cliente interno quería”

    Espero haberte ayudado a identificar algunos de los errores más frecuentes de la gestión de RR.HH, parta tratar de minimizarlos en la medida de lo posible. Para terminar, parafraseando al escritor francés Anatole France, decirte que "prefiero los errores del entusiasmo a la indiferencia de la sabiduría".

    Te invito a seguir equivocándote, corrigiendo y mejorando cada día. Pero sobre todo, compartiendo.





    viernes, 20 de julio de 2012

    Donde los líderes no existen

    En una ocasión un prestigioso consultor realizó un estudio de clima en una empresa. En una de las reuniones, un empleado le dijo: "No estoy nada contento con mi jefe. No me escucha, no me marca directrices, no me motiva. ¡¡Para qué voy a esforzarme!!". 
    A la mañana siguiente, el consultor se reunió con el director del departamento del empleado con el que había hablado la tarde anterior. El consultor le dijo: "Varios de tus empleados están bastante desmotivados. ¿Qué has pensado hacer?". El directivo contestó: "Absolutamente nada. Para lo que se esfuerzan....".

    Si en Google, introduces la palabra “liderazgo”, encontrarás más de 43 millones de resultados y ésto solamente en lengua española. Si acotas la búsqueda, al último mes por ejemplo, en julio de 2012, aparecen 435.000 entradas. Se cuentan también por miles, los libros cuya temática principal es el liderazgo o los estilos de gestión de personas en general. Multiplica esa cifra por 100, si dominas la lengua de Shakespeare. Sin embargo, ¿somos capaces de identificar en nuestro entorno más cercano un par  de líderes? ¿por qué no hemos aprendido esas excelentes teorías y puesto en práctica sus recetas?

    Para empezar, se cuentan por millares las definiciones de líder que encontramos. Para mí, una de las más acertadas es la del profesor de Stanford, Robert I. Sutton, "los líderes son aquellos que consiguen mantener en equilibrio la seguridad en si mismos y la humildad" (en su libro “Buen jefe, mal jefe”).

    La mayoría de los autores y expertos muestran una serie de claves maestras, según las cuales, si un profesional las adquiere-desarrolla-ejecuta, se "convierte" en un líder excelente. Obviamente, en muchos casos la lista de "skills" es tan completa como poco probable de poseer. En otros casos, definitivamente, no es válida porque deja al margen lo que denomino "el trinomio básico". Este trinomio es para mí un previo, una base, un axioma en definitiva, sin el cuál todo lo demás no es operativo y, como dice el refranero popular, “cae en saco roto”:

    1) ¿Quién y cómo soy? Ser uno mismo. 
    • El objetivo: Desarrollar un estilo de liderazgo positivo pero siempre coherente con tu perfil personal.
    • La clave: A todos nos gustaría ser Del Bosque, pero sólo un pequeño porcentaje tiene un carácter tan sosegado y paciente como él.
    • El reto: Todos los perfiles personales tienen aristas y carencias. Identifícalas y trata de mejorarlas, pero sin alejarte de tu carácter natural. Rétate y libérate de aquellas conductas que no favorezcan 
    • La palanca: El líder que desarrolla un estilo de liderazgo desde su propio "estilo personal" maximiza sus resultados y es capaz de dominar mejor las situaciones a las que se deberá enfrentar. Fomenta lo que haces bien y serás un experto en ello.
    • La cita: "Encuéntrate y sé tú mismo; recuerda que no hay nadie como tú." Dale Carnegie


    2) ¿Qué equipo tengo? El equipo y cada uno de sus individuos matizan mi estilo.
    • El objetivo: Conocer al equipo no solamente como la suma de conocimiento de cada individuo sino el propio rol que conforma la unión de los mismos.
    • La clave: No todos lideran a la selección española. En ocasiones tendremos que dirigir un equipo de barrio que pelea por no descender. Matiza tu estilo adaptándote al equipo que tienes.
    • El reto: La motivación, la productividad y el compromiso no son iguales en todos los miembros del equipo. Tendrás que desarrollar un estilo "casi ad-hoc" a cada empleado.
    • La palanca: Escucha, escucha y escucha. Es el único camino al conocimiento de los "estados de ánimo" de tus colaboradores, de sus miedos y preocupaciones, de sus ideas y ambiciones...En definitiva, es la puerta al conocimiento del equipo. Acepta el error como algo consustancial al desarrollo y comparte los tuyos con el equipo, obteniendo lecciones de aprendizaje.
    • La frase: "Hay 7 amigos que me han enseñado todo lo que sé en la vida. Son Qué, Quién, Cómo, Cuándo, Dónde, Por qué y Para qué". Ruyard Kippling

    3) ¿Dónde estoy? La situación y el entorno, factores clave a tener en cuenta. 
    • El objetivo: comprender el "ecosistema laboral" en el que te encuentras. Es fundamental conocer en detalle el tipo de empresa en la que te encuentras, su cultura, la situación corporativa, incluso el entorno de mercado (evolución, competencia, etc) 
    • La clave: Dirigir un equipo en la final de un gran torneo, liderar al mismo equipo en un amistoso, en el partido clave para no descender o el domingo siguiente a una derrota dolorosa, es sustancialmente diferente. Habrá pautas fijas, inamovibles, pero otras deberás ajustarlas a la situación concreta.
    • El reto: Debes estar dispuesto a cambiar de manera continua, adaptándote a las nuevas situaciones que vayan aconteciendo. Asumiendo que lo único que no cambiará es que todo cambia, adopta un rol de líder camaleónico que facilite a tu equipo un estilo de gestión también congruente con la situación.
    • La palanca: Analiza. Una de las mejores herramientas es la del helicóptero. Toma perspectiva de la acción. Observa y comprende la situación, el marco de referencia y las reglas del juego. Abre tu mente y trabaja desde la visión global a la más micro que afecta a tu equipo. Y como hace el helicóptero, baja al terreno cuando sea necesario para comprender el impacto real de lo que visualizas en el terreno.
    • La frase: "Inteligencia es la capacidad de aceptar el entorno."  William Faulkner

    Por tanto, en mi modesta opinión, los diferentes estilos de liderazgo, desde el humanista de Del Bosque, el innovador y apasionado de Jobs, el democrático y carismático de Obama o el introvertido de Gates, funcionan a la perfección si eres el Don Vicente, Steve, Barack o Bill, pero difícilmente si tu personalidad está alejada de estos perfiles. Busca dentro del “trinomio básico”, encuentra tu yo natural, explota tus puntos fuertes y lucha por desarrollar las áreas de mejora que descubras.

    Seguir estas recetas al pie de la letra… tampoco te garantiza que te conviertas en un líder, pero cuanto menos estás en la senda adecuada para serlo. Porque como dice Robin S. Sharma, uno de los grandes expertos en liderazgo y desarrollo profesional, “el liderazgo es un arte, no un don”.

    "Si crees haber tenido una idea realmente innovadora, pregunta antes a tus hijos. Por si acaso...". Jesús Golderos